Si nos parecía dolorosa la derrota sufrida por la Ola el pasado sábado, nos quedamos sin adjetivos para lo que ocurrió el lunes en la primera ronda de la Copa Independencia. Todo empezó desde el sorteo, al quedar definido que el rival del equipo capitalino serían los anfitriones Lobos coahuilenses, sus victimarios del pasado sábado.
Además del peso moral de la derrota sufrida en casa, La Ola tenía que lidiar con varias ausencias. De la quinteta titular sólo Jammar Brown participó en el juego, así que las expectativas para sacar un resultado positivo eran prácticamente nulas. Aún así, creo que ni los más pesimistas hubieran podido anticipar un marcador tan apabullante como el que se dió. Jugando a medio gas el campeón defensor pudo lograr una victoria con un margen de 50 puntos.
Al equipo defeño no le queda más que dejar esto atrás y concentrarse en sus próximos juegos, ya que el fin de semana realiza una doble visita a Veracruz, donde enfrentará a los dos equipos líderes de la zona sur, los Halcones de la Universidad Veracruzana de los campus Veracruz y Xalapa, el sábado y el domingo, respectivamente.
Una vez más, las expectativas son pocas. Al menos tendrán unos días de descanso que ojalá puedan aprovechar para mejorar su rendimiento.
Yo sé que la derrolla fue aplastante pero no debemos darle importancia, a final de cuentas era lo mejor para la Ola, los jugadores están muy cansados, la carga de juegos y viajes ha sido mucha, no es un torneo que les sirva de algo, lo mejor era regresar a descansar, seguir entrenando, recuperarse y estar listos para viajar a veracruz, además era contra los anfitriones... apoyémolos... no hay que hacer grande esta derrota, mejor dediquémos a la liga...
Gracias